Invitación para escribir: Pasión
Les proponemos una incursión en el campo de las pasiones, territorio lábil y accidentado. Si avanzamos y pretendemos descifrarlas, vacilaremos seguramente en su sensatez o locura, acerca de sus efectos creadores o destructores, o en distinguir el avatar de lo singular y el fenómeno de masas, colectivo, hipnoide.
¿Quién no ha conocido o ha vivido alguna vez ese estado lleno de éxtasis y dolor? Posesión en la que casi siempre, en el intento de aprehender la falta, esta se hace más presente. ¿Sería ésta la razón por la que tantas veces el odio sigue con su sombra todo amor?
Historia trazada en marcas mnémicas ligadas al primer objeto, portador del placer, y de cuya ausencia brota el dolor. El sublime placer y la humillación traumática de la sujeción a un otro, se entrelazan en la violencia de la seducción impuesta al nuevo ser. El mundo pulsional de la sexualidad y de la pasión envuelve el espacio de supervivencia. Objeto de necesidad y objeto de deseo se funden y ganan valor identificatorio.
De ese primer apasionamiento, y de su desmoronamiento, surge una búsqueda de algo que nunca se da a conocer claramente, y del desenlace con el objeto de la pasión, un posible pasaje a un estado de melancolía, una espera infinita. Son oscuros los meandros del deseo y misterioso el hilo que conduce la pasión. Enamorarse es ser penetrado por el ser amado, es convertirse en otro. En el vértigo de la pasión, la alienación.
Entre lo individual y lo social, un puente, y las pasiones, siempre violentas, son balizas reflectoras en nuestro tiempo amenazado y alterado, al ver como emergen, se reaniman las dimensiones furibundas del odio pasional, aniquilante de la otredad, borrando alteridades, diferencias, incendiando el espacio social y los lazos humanos.
Así, el objeto de la pasión se multiplica en muchos, gana tantas formas como fuesen necesarias para mantener la fantasía de un ideal. Amantes, ideologías, religiones, fútbol, ídolos, gurús, líderes: soportes para la mirada hipnotizada, un amor descontrolado, siempre excesivo, siempre incompleto.
Ciertamente somos convocados a pensar como la pasión acecha a aquel que la recibe, el analista. Sabemos que la pasión transferencial, puede irrumpir inadvertidamente, y conmover el trabajo analítico, en el punto mismo de las resistencias del analizando y del analista. ¿Cómo sortear estos obstáculos? ¿Cómo favorecer un espacio en el análisis, donde desplegar los amores, una apertura a la pasión de los signos, la libre asociación, el desplazamiento, y la interpretación provisional? Porque del amor y del odio se habla. Y la pasión es también materia de escritura. Tema de la condición humana, común a los poetas y a los psicoanalistas, y que en sus insondables caminos nos cuestiona.
Explorar la Pasión y sus vertientes es la invitación de Calibán para su próximo número.
Sin embargo, no es sólo éste el único estímulo que proponemos a nuestros autores. Desde la nueva sección, Incidentes, convocamos a la producción de trabajos con temas que insisten en el campo del pensamiento analítico en relación a la época que vivimos. Ampliamos así nuestro espacio de publicación más allá del temático, esperando con ello, alcanzar mayor proximidad con los anhelos de nuestros autores.
Recordamos que sólo serán aceptados los trabajos que estén dentro de las directrices que se pueden encontrar en la última página de cada número de Calibán o en el sitio de Fepal.
Los trabajos deberán enviarse por correo electrónico a moc.liamg@nabilacserotide
Equipo editorial de Calibán, RLP