Memoria-Verdad-Justicia. Un triángulo indisociable
Acerca del fallo 2×1 de la Corte Suprema de Justicia de la Nación
Memoria, Verdad y Justicia son tres conceptos y tres valores estrechamente relacionados que se han mostrado cruciales para todo esfuerzo dirigido a la superación de los traumas, a nivel personal, social y colectivo.
Estas situaciones traumáticas abundan en la historia y en la realidad inmediata de toda la humanidad, con su presencia obvia e inocultable en el pasado reciente de nuestro país y nuestra sociedad, la cual ha venido trabajando, con marchas y contramarchas pero, a la vez, trazando un recorrido que parecía consolidado en pos de la vigencia plena y concreta de los valores indisociables de Memoria, Verdad y Justicia como única forma, a nuestro entender, de encarar los efectos de los terribles hechos, tan cercanos en el tiempo, que marcaron de forma indeleble nuestro cuerpo social.
Creemos que la fuerte e indisociable relación entre “Memoria, Verdad y Justicia” es la única forma válida de reparar los daños y de evitar su repetición. La Argentina ha adquirido, en este aspecto, un lugar destacado y ejemplar por su forma de enfrentarlos, algo reconocido a nivel mundial y asumido como propio por el conjunto de nuestra sociedad.
Entendemos que la reciente resolución de la máxima autoridad del poder del Estado encargada de administrar la Justicia significa un quiebre de este proceso, que pone en peligro lo logrado.
No están aquí en juego ni la Memoria ni la Verdad, ya que los hechos justiciables están probados y no están puestos en cuestión, pero sí la Justicia, quebrando también de ese modo la imprescindible solidaridad entre memoria, verdad y justicia, vaciándolas así de contenido. No nos referimos a la Justicia como procedimiento formal, algo que escapa a nuestra competencia (sobre lo cual se expresan voces más autorizadas), sino a la Justicia como valor fundamental para toda sociedad que valore el respeto y el reconocimiento de los DDHH.
Como psicoanalistas sabemos que es fundamental no sólo la forma en que las cosas son dichas y hechas, sino también cómo son recibidas y escuchadas. Creemos firmemente que, en una situación como la presente, la resolución de la Corte Suprema de Justicia está siendo recibida y escuchada por la sociedad como un acto de injusticia, algo tanto más grave por provenir de la máxima autoridad encargada de administrar y preservar la justicia.
Por todo ello, por su significado y por sus posibles efectos, deseamos unir nuestra voz a las muchas que se están haciendo escuchar para expresar nuestra preocupación y nuestro rechazo de la resolución de la Corte Suprema de Justicia de la Nación.